El Callejón de Huaylas
Este es el tercer mito de Marcos Yauri Montero que nos dignamos en compartir.
En el principio de las
cosas sólo existía humo.
Del humo nació la
Tierra.
En el interior de la
Tierra vivían los Waris.
Los Waris eran
poderosos Soplaron con tal fuerza, que la corteza terrestre se infló y nacieron
los Andes.
Por los intersticios de
las cordilleras, brotaron gigantescas serpientes de humo que en la superficie
se convirtieron en hambres rojos de descomunal estatura.
Estos hombres se
paseaban desnudos Tenían enormes dientes y les gustaba la guerra.
Las luchas de los Waris
indignaron al Cielo, a tal punto que entre éste y la Tierra se declaró la
guerra. Sucedió, entonces, que la inmensa Cordillera de Waylas se partió en
dos, y nació el Callejón de Waylas.
La lluvia que se
precipitó a torrentes lo inundó y el agua incesante también llegó hasta la
región de los Waris.
Los Waris emigraron
hacia el Oriente. Se establecieron en las tierras de Chavín, Marañón y
Wakrachuko. Pero con el tiempo, esos gigantes se degeneraron y fueron
convirtiéndose en hombres, animales y plantas.
Lo que nos dejaron los Waris
No hay comentarios.:
Publicar un comentario